En el inicio la conversación. El primer contacto siempre es el personal, los “yo” artísticos muestran sus dientes y olisquean la debilidad del otro. De este preámbulo queda la sensación de conformidad y la unión de ideas.

Se siguen una serie de mensajes cruzados ,en su gran mayoría de texto, firmando las bases del acuerdo y se marca la ruta a seguir.

Siempre uno de los dos saca cabeza al otro e inicia la composición derrochando las pistas que dan velocidad y espacio a los pies; o en este caso a las manos. En esta ocasión es Jaula.

La ruta es inexistente, no es necesario porque el contacto es al 100%. Simplemente fluyen las ideas y se entremezclan. No hay segundas tomas, no hace falta ni corrección ni balance; todo está ahí esperando a que se ordene y de forma, en bruto y sin barreras.

La primera toma de los cinco temas es la que prevalece, dejando que la rabia original tome el mando. Las capas de sonido surgen y se funden entre ellas, hay un matrimonio sónico que lo cubre todo sin dejar espacio para las dudas. Jaula sobre Suero, Suero sobre Jaula.

La fusión a veces es complicada, hay que posicionarse, tomar el espacio y hacerlo tuyo. Desarrollar un campo común en el que ambos nos sumergimos habitualmente tiene sus complicaciones. Los papeles varían y se cambian. Las adaptaciones son necesarias y los ajustes entre ambos una necesidad empujada por las grabaciones originales de Jaula.

Es necesaria la búsqueda y desarrollo de nuevos sonidos que enlacen y unan las composiciones. Hay que buscar los huecos y trabajar texturas que se adapten. La labor de Suero es esta; unir, incluso apaciguar la maquinaria de Jaula. A veces sutil y otras digamos que no tanto.

El resultado final pasa por poca alteración, el imperativo es mantener la crudeza inicial. La producción se limita al motivo de la escucha, las texturas y el desarrollo de un ambiente, nada más que esto. Suficiente.”

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Deal at the Swamp. Acoustics and Composition.

At the beginning there is a conversation. The first acquaintance is personal, each artistic egos show their teeth and smell each others weaknesses. From this preamble a feeling of accordance and union of ideas prevails.

A stream of crossed messages follows, mostly text, signing the basis of the agreement, a roadmap is established.

Always there is one of the two take the lead initiating a composition, throwing into the mix tracks gaining speed to each of the hands. Jaula is the one that begins.

The roadmap reveals itself as inexistent, there is no need since, contact is at 100%. Ideas just simply flow and intertwine. There are no second takes, there is no room for correction or balance; all is there, waiting to be assembled and ordered, raw, without barriers.

The first take is the one that prevails in all five tracks, letting the primal rage take control. Layers of sound fade in and merge between them, there is a sonic marriage shadowing it all, erasing all trace of doubt. Jaula over Suero, Suero over Jaula.

Fusion is sometimes complicated, one must choose a side, take the space and own it. To develop a common ground to immerse ourselves has its perks. Roles are constantly shifting and changing. Adaptations are necessary, and shared adjustments are a need pushed by the original Jaula recordings.

There is a further need to seek and develop new sounds to tide together all compositions. Gaps must be found, textures have to be accommodated. That's Sueros task, unite, and somehow constrain the Jaulas machinery, sometimes subtle and sometimes not that much subtle.

The outcome goes through a process of alteration, but keeping the primal rawness. Production is limited to the listening, textures and the knitting of an ambience, nothing more, enough.

Nacho Jaula y Carlos Suero.

Translated by Edu Comelles.

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